lunes, 30 de marzo de 2015

El conflicto Estados Unidos/Venezuela y la VII Cumbre de las Américas




América Latina y el Caribe, principalmente las naciones de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), y en particular, Venezuela, son el teatro de operaciones de un sordo juego geopolítico entre Estados Unidos y sus socios de la OTAN, contra China y Rusia, dos potencias emergentes que han venido desarrollando vínculos económicos y de cooperación técnico-militar con naciones situadas en lo que tradicionalmente Washington ha considerado su “espacio vital”.
Pocas veces, como hoy −tras la reciente orden presidencial de Barack Obama que ubicó a Venezuela como una “extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”−, cobran dimensión los conceptos esgrimidos por Nicholas J. Spykman en 1942, cuando al definir el “Mediterráneo Americano” (que abarcaba el litoral del golfo de México y el mar Caribe, México, América Central, Colombia, Venezuela y el cinturón de islas que se suceden desde Trinidad a la punta de la Florida, Cuba incluida), dijo que esa región debía quedar bajo la “exclusiva e indisputada tutoría” de Washington.
En su obra Estados Unidos frente al mundo, escrita tres años antes de que finalizara la Segunda Guerra Mundial, al exponer la doctrina geopolítica del imperialismo tal y como lo concebía la clase dirigente estadunidense, Spykman dijo con elocuente crudeza: “Eso implica para México, Colombia y Venezuela una situación de absoluta dependencia con respecto a Estados Unidos, de libertad meramente nominal…”
En 1973, el boicot de suministros de hidrocarburos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a Estados Unidos, exhibió las vulnerabilidades del hegemón del capitalismo mundial. Desde entonces, los estrategas del complejo industrial-militar diseñaron y pusieron en práctica una serie de proyectos geopolíticos −o de conquista del espacio en su zona de influencia−, a expensas de naciones débiles o que ofrecen poca resistencia, que incluyeron la colonización, la anexión o la conquista.
Cuatro decenios después, Estados Unidos ha conformado América del Norte como un espacio geopolítico bajo el dominio económico-financiero de las corporaciones con casa matriz en su territorio y el control militar del Comando Norte del Pentágono. Y aunque en 2005 en Mar del Plata fracasó el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), la libertad de México y Colombia es hoy meramente nominal, como anunció Spykman en 1942, y sus territorios han sido militarizados por el imperio. Sólo escapan a ese designio Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Además de su importancia geopolítica para la defensa del territorio continental de Estados Unidos de cara a un eventual conflicto bélico con otra potencia, Venezuela es el país con la mayor cantidad de reservas probadas de hidrocarburos. Asimismo, bajo el liderazgo indiscutido de Hugo Chávez, Venezuela fue el impulsor del ALBA y potenció la UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas) y la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), obstaculizando los planes para una integración vertical del subcontinente, implementados por la Casa Blanca y el gobierno-sombra de las grandes corporaciones estadunidenses.
Washington y el golpismo continuado
Las consideraciones anteriores explican los sucesivos intentos encubiertos de Washington por llevar a cabo un “cambio de régimen” en Venezuela: desde el golpe de Estado cívico-militar-oligárquico de abril de 2002 (el primer golpe mediático del siglo XXI), y la Operación Septiembre Negro de finales de ese año y comienzos de 2003 –el llamado “golpe petrolero” que siguió los lineamientos del Dossier Confidencial No. 5, estrategia subversiva de los capitanes de industria, grandes latifundistas, ganaderos y la llamada nomenclatura gerencial de petróleos de Venezuela (Pdvsa), bajo la cobertura política e ideológica de las principales corporaciones multimedia de Venezuela y las Américas−, pasando por diversas operaciones clandestinas y diferentes modalidades de la guerra de espectro completo (“golpe suave”, guerra de baja intensidad, guerra asimétrica, de información o cuarta generación, guerra económica y terrorismo mediático), hasta el fracasado golpe del 11 y 12 de febrero de 2015.
Al respecto, cabe recordar que con eje en una estrategia de varios carriles, la escalada política-propagandística había iniciado en diciembre pasado, cuando al tiempo que anunciaba negociaciones para una próxima reanudación de relaciones diplomáticas con Cuba, el presidente Obama puso en vigor la “Ley para la defensa de los derechos humanos y la sociedad civil en Venezuela”, una medida injerencista violatoria del derecho internacional aprobada por el Congreso. La nueva ley extraterritorial, pieza central en la etapa para un cambio de régimen en Venezuela, es una réplica perfeccionada de lo que el propio Obama había dicho, siendo senador, que durante más de 50 años no había funcionado contra Cuba.
A partir de enero de este año, se incrementaron los planes tendientes a generar un nuevo clima de zozobra económica y violencia caótica desestabilizadora que confluyera con el primer aniversario de “las guarimbas” de febrero de 2014. ¿Objetivo? Derrocar a Nicolás Maduro, presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, a quien se le había venido fabricando una imagen de gobernante autoritario y violador de los derechos humanos.
Lubricada la oposición venezolana con millonarios fondos extraídos de los contribuyentes de Estados Unidos a través de agencias oficiales de Washington como la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) y fundaciones afines como la National Endowment for Democracy (NED) y Freedom House; posicionada la guerra económica con base en el desabastecimiento de productos de primera necesidad −en particular alimentos básicos, medicamentos y artículos higiénicos− para provocar ira y malestar en la población, la extensa red de medios corporativos privados del hemisferio occidental hicieron su labor como parte de la guerra psicológica y el terrorismo mediático. En lo interno, su misión principal era generar un clima de miedo y horror paralizante a través de herramientas habituales como el acaparamiento, el desabasto, el mercado negro, la inflación, la usura, campañas de rumores y la violencia callejera, y en lo externo, fomentar una correlación de fuerzas internacionales que avalara tácitamente el accionar golpista y, llegado el caso, una eventual intervención militar del Pentágono.
En rigor, se trataba de una segunda fase de la fracasada operación subversiva puesta en práctica a comienzos de 2014 para tirar a Maduro. “La salida” −como denominó entonces la ultraderecha venezolana al plan sedicioso para sacar al presidente legítimo de Venezuela del Palacio de Miraflores−, culminó con un saldo de 43 personas muertas y llevó a la cárcel a uno de los líderes de la asonada, Leopoldo López, dirigente del Partido Voluntad Popular.
Desde entonces, una de sus cómplices en la aventura conspirativa, la ex congresista desaforada María Corina Machado −firmante del Decreto Carmona durante el golpe de Estado de abril de 2002 −, había tomado las riendas de la nueva intentona con apoyo del embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Witaker. “Contamos con una chequera más fuerte que la del régimen para romper los anillos de seguridad”, dijo Machado, quien desde hace años cultiva los favores de congresistas cubano-estadunidenses de Miami, como Marco Rubio, Iliana Ros Lethinen y Mario Díaz Balart, y los del alcalde de la ciudad Doral del sur de la Florida, Luigi Boria.
El factor Brownfield
En el caso venezolano, la génesis de la intervención estadunidense actual remite al Comité de los 40 (denominación tomada de la Decisión-Memorándum No. 40 del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos), reunido por el secretario de Estado Henry Kissinger en junio de 1970 para diseñar una estrategia de “bajo perfil” destinada a hacer abortar la “vía pacífica al socialismo” de Salvador Allende en Chile. El plan del Pentágono y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de la época de Richard Nixon, incluía: 1) creación del caos económico; 2) acciones paramilitares; 3) ofensiva de propaganda; 4) financiamiento a sectores derechistas, y 5) infiltración y divisionismo dentro de la izquierda chilena.
Con base en esa estrategia −aplicada después con variantes contra Nicaragua sandinista, Granada y Panamá−, en agosto de 2004 Washington había enviado a Caracas al embajador William Brownfield. Adscrito a la Oficina de Iniciativas para la Transición en Venezuela (OIT), la principal misión de Brownfield era elaborar un plan de largo plazo para derrocar a Hugo Chávez. En un cable diplomático del 9 de noviembre de 2006, difundido en el portal de Wikileaks, el diplomático recordaba a sus jefes en el Departamento de Estado las directrices establecidas dos años antes en el denominado “Plan de cinco puntos contra el Gobierno Bolivariano”: 1) Fortalecer las instituciones democráticas; 2) Infiltrarse en la base política de Chávez; 3) Dividir al chavismo; 4) Proteger negocios vitales de Estados Unidos, y 5) Aislar a Chávez internacionalmente. La OIT para Venezuela fue cerrada en 2010, pero sus funciones fueron transferidas a la oficina para América Latina de la USAID, vieja pantalla de las acciones injerencistas y para la guerra psicológica de la CIA y el Pentágono.
Con base en esos antecedentes, la ambientación o “calentamiento” mediático de la nueva ofensiva desestabilizadora contra Venezuela contó, a mediados de enero pasado, con la presencia en Caracas de los ex presidentes de Colombia, Chile y México −Andrés Pastrana, Sebastián Piñera y Felipe Calderón, respectivamente−, invitados a un foro por María Corina Machado y el partido Voluntad Popular. Otro de los objetivos era visitar en la prisión a Leopoldo López, erigido por Washington como nuevo “combatiente de la libertad”, según la expresión acuñada por Ronald Reagan para los contras nicaragüenses y el saudí Osama bin Laden en los años 80.
La trama desestabilizadora se complementó, a finales de enero, con la deserción de Leamsy Salazar, capitán de corbeta de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. En calidad de “testigo protegido”, el desertor Salazar declaró ante un tribunal de Nueva York que el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, era el jefe de un presunto cartel de Los Soles. La “primicia” la obtuvo el diario neofranquista español ABC, que se basó en “fuentes cercanas a la investigación”, y fue convenientemente amplificada en México por los periódicos Excélsior La Razón que, curiosamente, no citaron como fuente a ninguna agencia noticiosa internacional, por lo que puede presumirse que en los tres casos se trató de desinformación sembrada con propósitos subversivos-propagandísticos.
Dentro del plan conspirativo en curso, no es un dato baladí que William Brownfield −el “diplomático” que en 2004 elaboró el Plan de los cinco puntos para derrocar a Chávez y quién se desempeñó luego como embajador en Colombia de 2007 a 2010−, validara la “consistencia” del reportaje de ABC, que involucra a Cuba y las FARC en la insólita trama. Tampoco lo es que Brownfield sea en la actualidad secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Narcóticos y Seguridad Internacional.
Los fondos para la subversión
Otro elemento clave del plan elaborado por Brownfield en 2004, es el financiamiento de ONGs, fundaciones, asociaciones y partidos opositores venezolanos, enmarcado dentro del rubro “defender y fortalecer prácticas democráticas, las instituciones y los valores que promueven los derechos humanos y la participación de la sociedad civil”. El presupuesto actual de Estados Unidos (octubre 2014 a octubre de 2015) incluye cinco millones de dólares, y la asignación prevista para el próximo año fiscal aumenta la cifra en 500 mil dólares más. Asimismo, Washington ha incorporado una nueva modalidad consistente en registrar a las ONGs venezolanas como corporaciones en Estados Unidos, lo que facilita el suministro de fondos y además pueden ser subcontratadas por compañías estadunidenses.
Entre las organizaciones receptoras de fondos de los contribuyentes de Estados Unidos figuran Nueva Conciencia Nacional; Fundación Futuro Presente; Humano y Libre, de Gustavo Tovar Arroyo, quien organizó en 2010 la denominada Fiesta Mexicana para adiestrar en métodos de desestabilización a dirigentes estudiantiles de la extrema derecha venezolana; Espacio Civil; Operación Libertad; Mujer y Ciudadanía; Ventana por la libertad; Súmate y Consorcio Desarrollo y Justicia, ambas ligadas a la golpista María Corina Machado.
La USAID, que en 2011 destinó más de nueve millones de dólares de los 20 millones aprobados ese año para la desestabilización de los países del ALBA, en 2013 canalizó cinco millones 786 mil dólares para programas subversivos en Venezuela, principalmente para la capacitación de nuevos líderes juveniles que sean capaces de resaltar en el enfrentamiento con el gobierno. El presupuesto destinado a 2014 no ha sido publicado, probablemente en un intento por sortear las dificultades que les ocasionaron las revelaciones y cuestionamientos de que fue objeto luego de las revelaciones de la agencia AP sobre el trabajo de la USAID contra Cuba.
Además, los programas de Estados Unidos para la subversión en Venezuela incluye a la National Endowment for Democracy (NED), que en 2014 destinó más de dos millones 300 mil dólares a organizaciones antibolivarinas, y a Freedom House, ampliamente denunciada por sus vínculos con la CIA, que mantiene su política de asesoramiento y financiamiento de la oposición venezolana, profundizando las estrategias de guerra psicológica y campañas mediáticas como parte de las técnicas de las “revoluciones de colores” y el “golpe suave” de Gene Sharp, Robert Helvey y Peter Ackerman.
En su reporte global anual sobre libertad de expresión, Freedom House ubica a Venezuela como uno de los países donde no existe libertad de prensa ni de expresión y donde se violan los derechos humanos; la agenda de Obama, pues. En contrate, cabe consignar que en ese país existe una hegemonía de los medios de comunicación privados. Según Luis Britto García, en 1998 la empresa privada era propietaria del 80% de las estaciones de televisión y del 97% de las radiodifusoras de FM, y no había medios comunitarios. Esos medios privados se caracterizaban por una alta concentración de la propiedad, tanto horizontal como vertical. En la actualidad operan en Venezuela 2,896 medios; 2,332 son de la empresa privada. El 65.18% sigue siendo privado y el 30.76% son comunitarios; apenas un 3.22% son de servicio público. El principal cambio consiste en la multiplicación de medios comunitarios, los cuales en su mayoría tiene poco alcance y tienden a durar un tiempo limitado.
En radiodifusión funcionan mil 598 emisoras privadas, 654 comunitarias y apenas 80 de servicio público. En televisión de señal abierta 55 canales son privados, 25 son comunitarios y ocho de servicio público. Casi todos los medios privados son opositores, con lo cual, pretender que el Estado esté ejerciendo una “hegemonía comunicacional” con los escasos medios de que dispone, como señala Freedom House, es un infundio que sólo puede ser interpretado como parte de una operación de guerra psicológica y propaganda negra para exacerbar el pánico, desestabilizar el país, generar ingobernabilidad y detonar violencias destinadas a derrocar por la vía del terror al gobierno bolivariano.
La debilidad de Obama y el riesgo intervencionista
En ese contexto, los días 11 y 12 de febrero el gobierno venezolano anunció haber desarticulado un “atentado golpista” que contaba con la participación de oficiales activos y retirados de la aviación militar y otros elementos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y cuyo objetivo era bombardear desde un avión Tucano el Palacio de Miraflores y matar al presidente Nicolás Maduro. Otros blancos de la llamada Operación Jericóeran el Ministerio de Defensa y los estudios del canal de televisión Telesur, para sembrar caos y confusión.
Es previsible que ante el nuevo fracaso golpista, y dado el interés geopolítico en la estrategia subversiva de Washington hacia Venezuela, el presidente Obama y sus aliados de la ultraderecha regional intentarán enrarecer el clima de la próxima Cumbre de las Américas, prevista para la segunda semana de abril en Panamá. Con la “declaración de guerra” de Obama, queda claro que a Estados Unidos no le interesa la democracia ni los derechos humanos en Venezuela; lo que le importa es el petróleo y la posición geográfica del país sudamericano. El interés de la Casa Blanca es reafirmar su política de dominación regional, desafiada por China y Rusia; restaurar el tradicional control en su zona de influencia, hoy resistida como nunca antes por los países agrupados en la UNASUR, la CELAC y el ALBA.
En la coyuntura, las palabras de Obama al acusar a Venezuela como una “amenaza” a la seguridad nacional de Estados Unidos, además de ridículas, son una clara expresión de la evolución clásica de las políticas de agresión imperial, que van de la ruptura del orden constitucional, los golpes suaves y las revoluciones de colores a una eventual intervención militar directa del Pentágono. Como denunció el ex vicepresidente venezolano José Vicente Rangel, Washington dispone de mil 600 paramilitares listos en la frontera de Colombia, frente a los estados Zulia y Táchira, 800 en cada zona limítrofe. Ése es el verdadero peligro en la hora.
En ese contexto, la guerra mediática y económica y la imposición de sanciones de Estados Unidos al gobierno venezolano sólo debilitan la imagen de Obama de cara a la VII Cumbre de las Américas organizada por la OEA (Organización de Estados Americanos). Nicolás Maduro llegará a la cita con el apoyo y el respaldo internacional, y queda claro que al defender a Venezuela, los presidentes de los países del área están defendiendo la soberanía y la unidad de Nuestra América martiana y bolivariana.

Guerra de divisas se intensifica en medio de sombríos pronósticos económicos


Esta semana, el banco central de EE.UU. ha tomado medidas para frenar el crecimiento del dólar, ya que una moneda fuerte puede afectar a las exportaciones y provocar otros riesgos. En total, unos 25 bancos centrales han debilitado su moneda a lo largo de este año mediante la reducción de sus tasas de interés. ¿Por qué sucede esto? ¿Significa que estamos en medio de una guerra global de divisas?
A esta y a otras preguntas sobre la guerra de divisas intenta contestar un artículo de 'The Straits Times' en el que las autoras Ann Williams y Chia Yan Min explican cinco cuestiones clave sobre las guerras de divisas.

¿Qué es la guerra de divisas y quién la empezó?

El valor de una moneda puede mejorar la economía de un país o, por el contrario destruirla. Si este valor es demasiado alto provoca que las exportaciones del país sean menos competitivas. Si es demasiado bajo, hace que las importaciones sean demasiado caras y puede desencadenar altas tasas de inflación.

Una guerra de divisas (o 'devaluación competitiva') es una situación en la que los países compiten entre sí para debilitar su propia moneda con el fin de impulsar las exportaciones y/o influir en la inflación.

Ha habido varias guerras de divisas a lo largo de la historia, pero el último episodio se inició en octubre del año pasado cuando Japón tomó una serie de medidas para bajar el yen, haciendo que sus exportaciones fueran competitivamente más baratas en el extranjero.

Desde entonces, al menos 25 bancos centrales han reducido las tasas de interés o han emprendido otros movimientos para reforzar el crecimiento y debilitar sus monedas.

Las importantes caídas del euro y el yen frente al dólar este año también están presionando a China para que devalúe el yuan, lo cual sería una señal de que Pekín se une a la guerra de divisas.

¿Por qué la guerra de divisas tiene lugar ahora?

Según explican las autoras del artículo, la actual guerra de divisas tiene dos causas principales:
La primera es que las economías no se han recuperado completamente de la última gran crisis financiera y el gasto de consumidores y empresas sigue "de capa caída". La segunda es una inflación baja o en caída y el riesgo de deflación, debido en gran parte al desplome de los precios del petróleo desde el pasado mes de junio.
Algunos políticos sostienen que la intención de su flexibilización monetaria o cuantitativa es aumentar la demanda en el país, y que no está destinada a debilitar los tipos de cambio.
Sin embargo, cuando una economía es débil los políticos se enfrentan a una gran presión por parte de los exportadores, que insisten en que devalúen la moneda.

¿Cómo debilitan sus monedas los países?

La manera más rápida de debilitar una moneda es mediante la manipulación de los tipos de interés, es decir, mediante la flexibilización monetaria. Mayores tasas de interés ofrecen a los prestamistas un mayor retorno en comparación con otros países.
Por lo tanto, unas tasas de interés más altas atraen capitales extranjeros y hacen que el tipo de cambio suba, y al revés: las tasas de interés más bajas tienden a hacer disminuir los tipos de cambio.
Sin embargo, cuando las tasas de interés son ya cercanas a cero o incluso negativas, se da una expansión o flexibilización cuantitativa. Es eso lo que está haciendo Japón y los bancos centrales europeos comprando enormes cantidades de bonos para aumentar la base de la oferta monetaria, debilitando de esta manera su moneda y aumentando la inflación.
Una tercera forma es la intervención por parte del banco central en los mercados para vender su propia moneda y comprar las de otros países, haciendo que el valor de su propia moneda caiga. Esto puede funcionar a corto plazo, pero a largo plazo es una apuesta costosa.
Finalmente, un cuarto método es cuando las autoridades simplemente hablan sobre el valor de su monedainsinuando futuras acciones para desalentar a los especuladores de apostar por el aumento, aunque a veces esta medida no tiene mucho efecto.

¿Son buenas o malas las guerras de divisas?

Una moneda débil puede dar un impulso a corto plazo a los países que participan en la devaluación, ya que sus exportaciones se vuelven relativamente más baratas en los mercados globales.
Sin embargo, las importaciones se encarecen, lo que puede dañar el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Además, esta política puede provocar acciones de represalia por parte de otros países, lo cual a su vez puede causar una disminución general en el comercio internacional, en una especie de 'carrera hacia el abismo' que acabará perjudicando a todos los países.

¿Qué pasará cuando la FED suba los tipos de interés?

Frente a la flexibilización monetaria mundial, EE.UU. se dirige en otra dirección, y el Sistema de Reserva Federal (la FED) ha anunciado un aumento de tasas de interés para finales de este año.
Algunos economistas dicen que, cuando esto suceda, es poco probable que continúen las guerras de divisas y los recortes de tasas de interés.
Otros analistas, sin embargo, creen que en una economía global donde el crecimiento es escaso y no hay instrumentos políticos suficientes para aumentarlo, la guerra de divisas podría haber llegado para quedarse.
http://actualidad.rt.com/economia/169731-guerra-divisas-moneda-cambio-manipulacion

Pronósticos preocupantes de expertos internacionales

En los últimos años las burbujas financieras globales se han inflado cada vez más y podrían estallar en cualquier momento, lo que puede tener un impacto negativo ya en el 2015.
Los mercados financieros están mejor preparados para un posible colapso económico que hace siete años atrás. Sin embargo, estamos ante una desaceleración económica mundial y 11 destacados expertos han hecho sonar la alarma de un desastre económico en este 2015, informa el blog de Michael Snyder 'The Economic Collapse'.
1. Bill Fleckenstein. "Están tratando de hacer que el mercado de valores suba y arrastre consigo la economía. No va a funcionar. Ocurrirá un gran accidente. Todo es una farsa, el dólar caerá, el mercado de valores caerá y espero que los mercados de bonos también", predijo el presidente y fundador de Fleckenstein Capital, empresa de gestión de dinero con sede en Seattle.
2. John Ficenec. "Si observamos detenidamente la evolución histórica del índice CAPE para S&P 500 de la Bolsa de Nueva York, vemos que el nivel se encuentra actualmente en 27,2, un 64% más alto que su media histórica de 16,6. Podríamos concluir que el mercado de valores de EE.UU. está sobrevalorado", dijo el periodista del diario británico 'The Telegraph'.
3. Ambrose Evans-Pritchard. "Para febrero la eurozona estará en deflación (…) Las tasas reales de interés crecerán. La carga de la deuda seguirá aumentando a un ritmo más rápido que el PIB nominal en los países europeos del Mediterráneo. La región se hundirá aún más en la trampa de los intereses compuestos", prevé uno de los periodistas económicos más respetados en el mundo.
4. Paul Craig Roberts. "En cualquier momento el castillo occidental de cartas colapsará. Esto (el sistema financiero) es un castillo de naipes. No hay fundamentos económicos que respalden los precios de las acciones del Dow Jones. No hay fundamentos económicos que apoyen al dólar fuerte", dijo el exsubsecretario del Tesoro de EE.UU.
5. David Tice. "Tengo el mismo tipo de sensación que en 1998 y 1999; y también en 2005 y 2006. Esto va a terminar mal. Tengo toda la confianza del mundo", advirtió el presidente de Tice Capital y conocido inversor de Wall Street.
6. Liz Capo McCormick y Susanne Walker: "Prepárense para un año desastroso para los bonos del Tesoro de EE.UU. Esos son los pronósticos que están enviando en sus mensajes en Wall Street", afirmaron expertos de Bloomberg.
7. Phoenix Capital Research. "La mayor parte de la 'recuperación' de los últimos cinco años ha sido impulsada por los dólares baratos prestados. Ahora se verán cada vez más 'activos de riesgo' explotando. Elpetróleo es solo el principio, no es una historia independiente", indicó la organización estadounidense.
8. Jerome Levy Forecasting Center. "Es evidente que la dirección que toman la mayor parte de las noticias recientes relacionadas con la economía mundial nos llevan a una recesión en 2015", señaló la compañía de análisis económico que predijo el estallido de la burbuja de las hipotecas del 2007.
9. John Ing. "La crisis del 2008 fue solo un ensayo general en comparación con lo que el mundo se va a enfrentar en esta ocasión", dijo el presidente de Maison Placements Canada Inc.
10. Gerald Celente. "¿Qué significa la palabra confianza? Olvídenlo. En este caso la confianza = estafadoresy juegos de estafadores. Eso es todo lo que es. Así que la gente perderá la confianza en los estafadores porque ya han mostrado sus cartas. Es un esquema Ponzi. La estafa está por terminar y quienes están detrás de esto no tienen más cartas para jugar", predijo el reconocido investigador de tendencias.
11. Rob Kirby. "El colapso del precio del petróleo va a generar una nueva crisis financiera. Está vinculado a la deuda basura que se han emitido para financiar los juegos del petróleo de esquisto en América del Norte. Las élites financieras están diseñando la excusa para su próxima ronda de impresión de billetes y tratar de rescatar a los bancos", sostuvo el experto financiero de Kirby Analytics.
http://actualidad.rt.com/economia/162580-prediciones-desastre-economico-mundial-2015

domingo, 29 de marzo de 2015

PASANDO LA HOJA / Venezuela en movimiento


MANUEL ISIDRO MOLINA

Venezuela luce obturada. Vivimos una crisis sin aparentes (o visibles) opciones. Todas las encuestas reflejan la inconformidad mayoritaria de la población, con el actual estado de cosas y frente a los actores políticos del bipartidismo del siglo XXI.

El cepo chavismo-antichavismo no tiene fuerza para captar respaldos suficientes como para salvarse del castigo popular a sus opciones. El dantesco espectáculo de la MUD-LaSalida nos habla de la desarticulación de esa opción “opositora”; y la insolvencia del gobierno se refleja en el desencanto de sus seguidores, hoy desilusionados.

Sin embargo, Venezuela está en movimiento. La mayoría inconforme tiene suficiente potencial como para emerger y triunfar sobre las miserias del cepo chavismo-antichavismo. Ese es el reto de quienes empujamos la lucha por la reconstrucción moral de la República y la realización democrática de una sociedad superior, armónica y solidaria.



·        CONFIRMADA CRISIS EN EL TSJ debido a la confrontación entre el presidente de la República, Nicolás Maduro, y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, por el control de la cúpula del Poder Judicial. La semana pasada informé que junio sería mes clave, pero ahora me dan mayo como lapso para la batalla final. Del lado de NM (y “Cilita”) estarían Gladys Gutiérrez, presidenta, Maikel Moreno, primer vicepresidente –quien aspira a presidir el máximo tribunal, a pesar de sus conocidos antecedentes-, Marcos Tulio Dugarte, Emiro García Rosas, entre otros. Mientras que DC contaría con Luisa Estella Morales, Francisco Carrasquero, Carmen Zuleta de Merchán, Evelyn Marrero Ortiz, María Ameliach Villarroel, Isbelia Pérez, Iris Peña y  Deyanira Nieves, entre otros. En verdad, no sé si esas “cuadraturas” son definitivas o circunstanciales, pero llama la atención que esa dinámica haya invadido al máximo tribunal de la República, debido a la dependencia que delata de los poderes Ejecutivo y Legislativo, poco edificante. Antes era más fácil: Chávez los controlaba a todos y todas, mientras no pocos se dedicaban tras bastidores, al lucro asqueroso de la corrupción.

·        ÁLVARO GORRÍN, expresidente del Banco Canarias, fue dejado en libertad por gestión del magistrado Maikel Moreno, presidente de la Sala Penal del TSJ, según funcionarios del Tribunal Undécimo de Control, conducido por el juez Javier Toro. AG presentaba alerta roja de Interpol desde 2009, fue detenido y recluido en el Sebin, pero desde el jueves pasado será juzgado en libertad por presuntos delitos bancarios en perjuicio de los ahorristas y el fisco.

·        OTRO QUE ESTÁ A PUNTO DE SALIR es Leocenis García, recientemente apresado por desacato al Tribunal que lo juzga por presuntas legitimación de capitales y extorsión. El llamado “Grupo 6to Poder” habría logrado un acuerdo con agentes corruptos del gobierno, para silenciar denuncias y plegarse a la autocensura definitiva y controlada. “Es cuestión de horas”, me dicen.

·        UNA DE LAS MÁS DESCARADAS tracalerías utilizadas para “beneficiar” a delincuentes de cuello sucio, es el fulano “descongelamiento de cuentas y bienes”, es decir, la suspensión de medidas de prohibición de enajenación de bienes y todo tipo de activos, como cuentas bancarias, acciones, fondos y bonos depositados en la banca pública y privada, o negociables con terceros. Y uno, de pendejo, va y pregunta: ¿Por qué? “Porque de esos fondos y bienes, es que salen las gigantescas coimas que están recibiendo los corruptos abogados, jueces y fiscales involucrados en la actividad mafiosa”.

·        AL TSJ CORRESPONDERÁ conocer de la sentencia que Avelino Goncalves, “zar de casinos” caraqueños -actualmente en juicio penal por fraude en EEUU-, obtuvo del Tribunal Superior Primero en lo Civil de Caracas. “Muchos intereses comienzan a moverse en torno a este caso. La rama bancaria (BANCAMIGA) de este delincuente internacional, mueve sus piezas en el Poder Judicial; y también, en el Parlamento, donde diputados parientes siempre están dispuesto a hacer llamadas para favorecer a su mecenas. Está por verse, si el TSJ va a validar la entente que algunos jueces civiles han tenido con este casinero, mientras es prófugo de la justicia venezolana”. Lo mismo hace un diputadillo mirandino, ex concejal petareño, activo gestor del zar de casinos.  

·        EL HOTEL “PREMIER” ahora se llama “Piamonte”. Ubicado en la avenida Francisco de Miranda, municipio Sucre del estado Miranda, Caracas, carece de permisos, pertenece a Avelino Goncalves y el alcalde Carlos Ocariz, ni pendiente.

·        TAMPOCO ESTÁ PENDIENTE el alcalde Jorge Rodríguez, del funcionamiento ilegal del casino “robolucionario” llamado “La Central”, en el 23 de Enero, donde “el colectivo Alexis Vive” lo regenta con todos los aditamentos de la competencia: máquinas electrónicas y diversas mesas de juegos de envite y azar, personal uniformado, protección ilegal armada de estacionamientos y áreas adyacentes, y mucho, mucho dinero sucio. Claro, no pagan impuestos municipales ni nacionales, y cuentan con la asidua asistencia de personeros gubernamentales de todo nivel, pero asombra que me hayan mencionado y reiterado el nombre de un vicepresidente del Consejo de Ministros. ¡Fin de mundo! ¡Qué vergüenza!

·        ESTÁN IMPRESIONADOS Y ALTERADOS los funcionarios del Seniat, ya que es de “carácter obligatorio firmar la carta para Obama, y se les prohibió en forma expresa viajar a los Estados Unidos de América”. Sin embargo, “a la sobrina política del superintendente y ministro de Industrias, José David Cabello, la funcionaria Fabiola Olivo, coordinadora en la gerencia de Fiscalización de Contribuyentes Especiales (Plaza Venezuela), sí la autorizaron a viajar a la ciudad de Orlando, donde tienen una super casa, a dar a luz a su primogénito. ¿Entonces, dónde queda el doble discurso, la falsa moral?” Así, “se benefician de los dólares preferenciales para ‘caprichitos’ como estos”.

·        LLAMAN “CULICARDIA” a lo que “están sufriendo boliburgueses como Carlos Aguilera, Diego Salazar, José Policastro, Armando ‘pelon’ Capriles, Víctor Aular, Rafael Sarria, entre otros, por las grandes fortunas del erario venezolano que se están destapando en el exterior, y pueden perderlas sucesiva e irremediablemente, porque saben que serán llamados, tarde o temprano, a justificar tan gigantescas fortunas”. Se demuestra así, que han sido principalísimos agentes de pulverización del bolívar y destartalamiento de la economía venezolana. Me aseguran: “Seguirán apareciendo más… lo importante es que el presidente Maduro logre que confisquen todas estas cuentas e ingresen esos dólares al país”. ¿Peras, al olmo?

·        POCO ENTUSIASMO HAY EN FISCALÍA por la promesa de llegar a las fortunas expatriadas por los clanes de la “robolución”, miles de millones de dólares:“Los del clan Ferrer están en la lista, por eso siguen moviendo sus fichas dentro del organigrama institucional. No son confiables Joel Espinoza, Nelson Mejías, Jesús Peña, Luis Abelardo Rodríguez, María Alejandra Pérez o Ivanna Rich, y todos adentro saben por qué”.

·        DE BUENA FUENTE“Los últimos acontecimientos en la banca internacional solo señalan un mínimo de los clanes ‘chavistas’ con jugosas cuentas en el exterior, que no pueden justificar, ni aquí ni allá. Esto parece un pase de factura contra Rafael Ramírez Carreño –ex presidente de Pdvsa y actual embajador ante la ONU- y su primo Diego Salazar, quien goza del apoyo del diputado Ferrer, su socio en los negocios de seguros heredados de su fallecido padre Diego Salazar (PRV-MVR); y al capitán Carlos Aguilera lo protege directamente Diosdado Cabello. Faltan todas las cuentas del clan Merentes, que incluye a Vielma Mora, su hijo "Vielmita" y al ‘pelón’ Capriles; y las de las ‘Lobas del PSUV’, que se han aprovechado de sus maridos, novios y ‘exs’ para todo tipo de negocios ‘robolucionarios’”.

·        ADEMÁS DEL EXPOLIO A LA NACIÓN mediante contratos rapiñados, como el del Metro de Caracas por 1.850 millones de dólares, en 2008, sigue la danza de corrupción en el Cencoex: “Solo autorizan divisas a quienes pagan Bs. 35 por cada dólar”. Esa vagabundería, debería pararla el presidente Nicolás Maduro, por ser una de las principales piezas de la llamada “guerra económica”, ejercida por jerarcas del gobierno, Banco Central de Venezuela, Cencoex, Sicad y Simadi. En esa actividad mafiosa, están involucrados -delincuentes también-, hijos, cónyuges, amantes y relacionados de esos altos funcionarios y funcionarias.

@manuelisidro21 @manuelisidroXXI

martes, 24 de marzo de 2015

EEUU, su "destino excepcional" y la realidad mundial

Por Roberto Savio







ROMA, mar 2015 (IPS) - Durante largo tiempo, los estadounidenses han creído firmemente que su país tiene un destino excepcional y mantienen esa convicción en la actualidad a pesar de que su sistema político se ha vuelto totalmente disfuncional.

Los tres pilares de la democracia estadounidense -los poderes legislativo, ejecutivo y judicial- ya no se dirigen la palabra, por lo que el diálogo o la posibilidad de llevar a cabo una política bipartidista prácticamente han desaparecido.

En este contexto, con miras a las elecciones presidenciales de 2016, el presidente Barack Obama está siendo cada vez más presionado para que actúe como un hombre fuerte.
Esta es la única explicación razonable sobre por qué, inesperadamente, Obama ha declarado que Venezuela es una amenaza a la seguridad de Estados Unidos, pocos meses después de iniciar el proceso de normalización de las relaciones con Cuba, viejo enemigo de Washington y aliado de Venezuela.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, está muy satisfecho porque sus denuncias de un complot de Estados Unidos con la oposición venezolana para removerlo del cargo, ahora se ven  oficialmente confirmadas por Obama.

El problema es que a espaldas de Obama, los senadores republicanos están adoptando posiciones sin precedentes, tales como advertir al líder de Irán, el ayatolá AlíJamenei, que cualquier acuerdo nuclear suscrito con Obama, será válido solo durante su administración.
Ese mensaje debe haber dejado muy contento a Jamenei y a la línea dura de Irán, porque siempre han dicho que no se puede confiar en Estados Unidos, y que las negociaciones nucleares en curso no tienen sentido.
Esto parece una extensión del concepto del destino excepcional de los Estados Unidos, cuya política exterior también puede ser excepcional, no sujeta a la lógica y a las reglas.
Al otro lado del océanoAtlántico, lo que es sin duda excepcional es que mientras Europa casi siempre ha seguido la política exterior estadounidense, incluso cuando va en contra sus intereses como es el caso del enfrentamiento con Rusia por Ucrania, Gran Bretaña – que tiene una relación especial con Estados Unidos – se está encaminando en una acción divergente.
A través de su ministro de Hacienda, George Osborne, Londres ha anunciado que pretende sumarse a la iniciativa china para la creación de un Banco Asiático de Inversiones para  Infraestructuras (BAII), en el que Beijing está invirtiendo 50.000 millones de dólares.
Esto ha provocado la ira de Estados Unidos porque el BAII es considerado una alternativa a las instituciones financieras con sede en Washington, el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, en los que Estados Unidos (y Japón) tienen fuertes intereses.
El primer ministro británico, David Cameron, respondió a que su país se une al BAII  porque “creemos que es de interés nacional para Gran Bretaña”.
Poco después del anuncio de Cameron, siguieron Francia, Alemania e Italia, mientras Australia también se unirá y Corea del Sur tendrá que hacerlo. Esto dejará a Estados Unidos aislado y emergerá una nueva dimensión “excepcional”: el poder económico (China) es más atractivo que el poderío militar (Estados Unidos).
Por supuesto, Cameron está actuando para complacer a su electorado, que es muy consciente de sus intereses financieros, incluso cuando no coincide con los intereses de Estados Unidos.
Después de todo, la participación de China en la producción manufacturera mundial, que fue de tres por ciento en 1990, aumentó hasta casi 25 por ciento en 2014.
Peor aún es que Cameron también ha decidido recortar el gasto en defensa. Actualmente el gasto militar de Londres es de dos por ciento del producto interno bruto -objetivo que Washington espera que observen todos los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)-, Cameron solo lo mantendrá hasta mayo, al terminar la actual legislatura.
Según Washington, el presidente ruso, Vladimir Putin,podría considerar esto como un signo de debilidad. En esta óptica, a Putin hay que someterlo a una creciente presión, haciéndole ver que las represalias por su políticasobre Ucrania se intensificarán hasta que él retroceda.
Esta escalada está yendo en una dirección que las mentes más claras deberían examinar en una perspectiva a largo plazo.
Los miembros de la OTAN, una institución que necesita de conflictos para justificar su existencia ahora que la Unión Soviética ya no existe, ¿están dispuestos a entrar en una guerra, solopara mantenerla en vida?
Los trasfondos son los que suelen preceder una guerra.
El ministro de Defensa británico, Michael Fallon, ha declarado que Rusia es “una amenaza tan grande para Europa como el Estado Islámico”. Tropas de la OTAN se están concentrando en los países bálticos para combatir contra una hipotética invasión rusa.
La mayoría republicana del Congreso estadounidense está pidiendo abiertamente el envío masivo de armas pesadas al ejército ucraniano. Cientos de soldados estadounidenses han sido destacados en Ucrania para reforzar el régimen de Kiev contra los rebeldes apoyados por Rusia. Gran Bretaña ha enviado 75 asesores militares.
Entretanto, según The New York Times, el gobierno polaco está apoyando la creación y capacitación de milicias y tiene previsto proporcionar entrenamiento militar a los muchos polacos que están cada vez más preocupados de que “el gigante ruso no se saciará con Ucrania y una vez más pondrá sus ojos en Occidente”.
Lo mismo está ocurriendo en los países bálticos, todos ellos con una presencia rusa considerable y temerosos de que Putin pueda invadirlos en cualquier momento.
Medios de comunicación de todo el mundo han participado en un frenesí de denigración personal de Putin, creando una imagen del presidente ruso y del conflicto en Ucrania que pueda servir de excusa para el expansionismo militar de la OTAN.
Es difícil mirar a Putin con simpatía, pero este enfrentamiento ha hecho que el pueblo ruso respalde a su líder en un nivel sin precedentes, que ahora se sitúa en torno a 80 por ciento.
Sería un error subestimar el papel que puede desempeñar la humillación en la historia.
Como es bien sabido, el poder de Hitler nació de las frustraciones por las fuertes sanciones que los alemanes tuvieron que pagar a los vencedores de la Primera Guerra Mundial.
La misma sensación de humillación hizo que la guerra del presidente Slobodan Milosevic contra la OTAN  fuese tan popular entre la población serbia.
Es en la humillación de los árabes, que fueron divididos entre los vencedores de la Primera Guerra Mundial, donde se encuentran las raíces del Califato, o del grupo extremista del Estado Islámico, que afirma que los árabes finalmente están por recuperar  su dignidad e identidad.
Es también la humillación por la imposición de la austeridad lo que ahora está creando un fuerte sentimiento antialemán en Grecia.
¿Alguien ha considerado quién va a hacerse cargo de Rusia si Putin se va? Ciertamente no será la débil oposición actual. ¿Y que significaría asumir la responsabilidad de un Estado tan débil como Ucrania?
El Fondo Monetario Internacional ha aprobado un fondo de ayuda de 17.500 millones dólares para Ucrania, pero advirtió que el rescate del país “está expuesto a riesgos excepcionales, especialmente los derivados del conflicto en el Este” de ese país.
En realidad Ucrania necesita de ayuda urgente para tapar un foso de por lo menos 40.000 millones de dólares. Los economistas coinciden en que el país no cuenta con una economía viable. Se requieren muchos años de ayuda constante para llegar a algún equilibrio económico y esto sin que haya  guerra.
Europa se encuentra cerca de la recesión y al parecer es incapaz incluso de resolver los problemas de la pequeña Grecia. Sin embargo, se empeña en respaldar a Kiev contra los rebeldes apoyados por Rusia.
La OTAN puede apoyar a los soldados ucranianos hasta su último hombre, pero es imposible vencer a Rusia. ¿Entonces, Occidente va a intervenir o retroceder y perder su prestigio, después de muchas muertes y destrucciones incalculables?
Se ha generalizado la opinión de que las sanciones deberían hacer que Rusia muera de hambre, ahora que se han reducido sus ingresos del petróleo. ¿Qué pasa si Putin, sostenido por el pueblo ruso, no da marcha atrás?
¿Están los europeos dispuestos a marchar hacia la guerra para complacer al Congreso legislativo de Estados Unidos, dominado por el Partido Republicano?
Editado por Pablo Piacentini
http://www.ipsnoticias.net/2015/03/dudas-y-contradicciones-sobre-el-destino-excepcional-de-eeuu/

Aliados de EEUU se van con China al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura





La tradicional influencia de Estados Unidos en importantes instituciones financieras globales se ha debilitado. Así, una serie de países aliados de Washington ha decidido unirse al nuevo banco de inversiones chino, pese a los "consejos" de EE.UU.
El Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII), fundado por China, contará con la participación de al menos 35 países. Entre los últimos que mostraron su interés por participar figuran la India, Indonesia y Nueva Zelanda. También presentaron sus solicitudes para ser miembros fundadores el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Australia, Luxemburgo y Suiza.
Según diversas fuentes, funcionarios estadounidenses intentaron prohibir al Reino Unido y a otros países unirse al banco de inversiones chino. Pero los aliados más cercanos estaban tan interesados ​​en la redistribución del poder financiero en favor de China, que también estaban dispuestos a pasar por alto los "consejos" de EE.UU., informa el portal Vestifinance.
"Washington eligió una forma totalmente innecesaria de luchar contra China en la cuestión del desarrollo de infraestructura. EE.UU. no puede aceptar el hecho de que en la arena de las instituciones multinacionales tradicionalmente dominada por Estados Unidos, haya aparecido un nuevo jugador fuerte. La Casa Blanca ha perdido en esa lucha", subraya la publicación.
El BAII es uno de los elementos con los que Pekín quiere dar empuje a su capacidad de medirse con las instituciones financieras internacionales dominadas por gobiernos occidentales.

http://actualidad.rt.com/economia/169892-eeuu-perder-batalla-financiera-china